La base: Un gurú calificado y un precioso renacimiento humano

Tsongkapa, el autor del texto

Todos ustedes aquí presentes tienen gran interés en el Dharma y poseen poderosas intenciones de seguir las enseñanzas. Me han invitado a impartirles enseñanzas y estoy muy contento de estar con ustedes. Se me ha pedido que enseñe el texto llamado El fundamento de las buenas cualidades (Yon-tan gzhi-gyur-ma) del gran maestro tibetano Tsongkapa (Tsong-kha-pa Blo-bzang grags-pa).

El fundamento de las buenas cualidades no es un texto muy largo; está escrito en muy pocas palabras. Sin embargo, lo que se aborda en esas pocas palabras es extremadamente extenso. Este texto en particular está incluido en puyas tales como el Yorcho (sByor-mchod) – La puya preliminar, algunas veces llamada La puya del Lam Rim-. En La puya preliminar, este texto constituye la sección en la que se realizan peticiones; aborda todos los puntos de los grandes clásicos y está ordenado en función de cómo practica una persona. Específicamente, está organizado de acuerdo con las etapas o prácticas de individuos de niveles de motivación inicial, intermedia y avanzada, como se puede ver en Lámpara en el camino a la iluminación, el Bodhipathapradipa (Byang-chub lam-sgron), escrito por el supremo maestro Atisha, el más eminente de todos los panditas eruditos de la India.

Las enseñanzas e instrucciones personales que se encuentran en nuestro texto tienen su origen en los linajes de los grandes pioneros de la India: Nagáryuna y Asangha. Estos dos fueron como el sol y la luna y sobresalieron entre todos los diferentes maestros eruditos de la India. Nagáryuna obtuvo sus instrucciones del siempre vigilante Manjushri, mientras que Asangha las obtuvo de Maitreya. Los linajes que se extienden de estos dos maestros se conocen respectivamente como “el linaje de la visión profunda” y “el linaje del comportamiento vasto”. Sin embargo, el cuarto buda de nuestra época, el maestro universal Buda Shakyamuni, es la fuente última de ambas líneas.

El Buda Shakyamuni hizo girar la rueda del Dharma en tres ocasiones. En estas tres ruedas de transmisión expuso las enseñanzas sobre los diferentes senderos para hacer madurar la mente de todos los seres limitados (todos los seres sensibles). El Buda tenía muchos discípulos, entre los que se encontraban los cinco discípulos del círculo original, otros más que escuchaban las enseñanzas (shrávakas), los realizadores solitarios (pratyekabudas) y los seres dedicados (bodisatvas). Muchos de sus seguidores alcanzaron el estado de un ser liberado (un arhat).

Pema Nangsu-chen, uno de los discípulos, le ofreció al Buda un rosario de cristal con un sincero corazón dedicado de la bodichita. Realizó fervientes aspiraciones para que las enseñanzas se esparcieran a lo largo y a lo ancho. Entonces, el Buda predijo que aquel que había ofrecido el rosario de cristal de cien cuentas renacería en la tierra del norte llamada “Tíbet”. Que en una vida futura, esta persona propagaría las enseñanzas a lo largo y a lo ancho, que coronaría una estatua del Buda en el Tíbet y le haría vastas ofrendas.

En otra ocasión, cuando el Buda Shakyamuni estaba en un retiro de verano, el pequeño Luchig le ofreció al Buda una caracola del Dharma en la asamblea del retiro. El Buda se la confió a su discípulo Maudgalyayana (Mo’u ‘gal-gyi bu), quien era sumamente hábil en los poderes de emanación, y le encomendó que la enterrara en la Tierra de las Nieves del Norte en el lugar en el que se encuentran un lago y acantilados. Dijo que, en el futuro, de ese lugar emanaría una gran propagación del Dharma.

De acuerdo con esta profecía, el gran Tsongkapa nació en la Tierra de las Nieves del Norte y desenterró la caracola del Dharma que había sido escondida ahí. Él le confió este tesoro a uno de sus discípulos, Jamyang Chojey (‘Jam-dbyangs Chos-rje), quien construyó el gran monasterio de Drepung (Bras-spungs) en donde con el tiempo habitaron 7,700 monjes. De esta manera, Tsongkapa llegó a propagar las enseñanzas en el Tíbet.

También en concordancia con esta profecía, Tsongkapa hizo un estudio exhaustivo de los campos del sutra y el tantra. Alcanzó la perfecta maestría en el estudio y la escucha de las enseñanzas. Tsongkapa no solamente escuchaba las enseñanzas del Dharma, sino que también pensaba acerca de ellas y meditaba en ellas, acumulándolas como hábitos positivos de la mente. De esta manera, alcanzó la total maestría en todo el proceso de escuchar las enseñanzas, pensar o reflexionar en ellas, y después meditar en ellas. Por estos medios, fue capaz de hacer madurar las corrientes mentales de innumerables discípulos y llevar a cabo muchas hazañas iluminadoras.

Entre todas las hazañas iluminadas de su cuerpo, palabra y mente iluminadoras, Tsongkapa desarrolló el dominio supremo de las buenas cualidades del discurso iluminador. Sus enseñanzas fueron reunidas en los numerosos volúmenes de su antología, misma que abarca todos los aspectos principales de los grandes clásicos budistas indios. Los textos que compuso son las obras principales que estudiamos hoy en día. Estas enseñanzas son sumamente claras, sumamente exhaustivas y totalmente dignas de ser consideradas como enseñanzas de gran autoridad. Para nosotros son como una enorme carretera o autopista sumamente fácil de transitar.

Entre estas obras, tenemos aquí un texto en particular de muy pocas palabras pero con un tema sustancial muy extenso. Este texto se llama El fundamento de las buenas cualidades y es lo que abordaremos este día.

Motivación

Para estudiar este texto apropiadamente es necesario tener un excelente tipo de actitud como motivación. Si lo escuchamos o estudiamos solamente porque pensamos que contiene cosas raras o debido a nuestra curiosidad intelectual por descubrir algo que no hemos escuchado antes, tendríamos una motivación muy pobre, muy trivial. Si lo escuchamos con la intención de ser capaces de mejorar las cosas en esta vida y para que nos vaya bien, también es un pensamiento de muy corto alcance.

Podemos estar concientes de las vidas futuras y de la posibilidad de caer en uno de los peores estados de renacimiento. Podemos pensar en todos los sufrimientos y problemas que tendríamos ahí y de esa manera volvernos concientes de la muerte y de la impermanencia. Considerando las posibilidades de caer en un renacimiento inferior, podríamos escuchar estas enseñanzas para evitar ese tipo de situación y mejorar nuestras vidas futuras. Si tales preocupaciones fueran nuestra motivación, tampoco sería la gran cosa.

Si pensamos en todas las situaciones incontrolablemente recurrentes del samsara, la más elevada o mejor de todas sería renacer como un dios. Entre tales renacimientos, podríamos renacer como el dios Indra, por ejemplo. Sin embargo, aun cuando renaciéramos como Indra, no experimentaríamos otra cosa más que problemas y sufrimiento. Así que, al darnos cuenta de esto, podríamos desarrollar el estado mental con el que deseamos estar libres de todos los tipos de situaciones incontrolablemente recurrentes del samsara. Tener esto como nuestra motivación tampoco sería una maravilla.

No hay nadie más amable con nosotros que otros seres, otros seres sensibles. Así como nosotros queremos ser felices y no queremos tener ningún problema ni sufrimiento, de igual forma, todos los demás sienten exactamente lo mismo. Más aún, si pensamos en ello, todos han sido amables con nosotros de una u otra forma. Por lo tanto, simplemente es adecuado que nos preocupemos por todos esos amables seres. Entonces podríamos pensar en tratar de brindarles todo tipo de felicidad y liberarlos de sus problemas y sufrimientos. Si nos preguntamos si tenemos la habilidad de hacer esto y la respuesta es “no”, bueno, ¿quién sí la tiene? Sólo un buda completamente iluminado, alguien con total claridad mental y completamente evolucionado tiene esta habilidad. Lo que necesitamos hacer, entonces, es tratar de alcanzar el estado de un buda totalmente iluminado para ser capaces de beneficiar a todos los seres tanto como sea posible. Es con esta elevada motivación con la que necesitamos escuchar estas enseñanzas. Necesitamos desarrollar un corazón totalmente dedicado de la bodichita y, con esa motivación, escuchar estas enseñanzas.

La grandeza de la fuente de las enseñanzas

La forma más beneficiosa de escuchar enseñanzas del Dharma implica una serie de pasos. El primer paso es apreciar la grandeza de la fuente de la enseñanza. Ya nos hemos referido a ello cuando comenzamos el día de hoy. La fuente de estas enseñanzas es el Buda Shakyamuni. El Buda Shakyamuni, antes que nada, dedicó su corazón exclusivamente a los demás y a alcanzar la iluminación – en otras palabras, desarrolló el anhelo de la bodichita-. Después acumuló una vasta y copiosa provisión de potencial positivo (colección de mérito). Al final, se iluminó completamente y llevó a cabo muchas hazañas iluminadoras. Sus linajes continuaron a través de Manjushri y Maitreya, y de ellos a través de Nagáryuna y Asangha, y con el tiempo a través de Atisha, hasta el gran Tsongkapa. Estos son los maestros del linaje de las etapas graduales de las vías de la mente (lam rim) y cada uno de ellos tiene una biografía iluminadora. Es bueno estudiar estas biografías. Quizás ya estén traducidas al inglés y si no, pueden ser traducidas. Si entrara en detalle en todo esto sería muy extenso y difícil de terminar.

La principal fuente de esta enseñanza es Las tres colecciones o Tres canastas de las enseñanzas (El Tripitaka), y específicamente, dentro de La colección del sutra, Los sutras del prashñaparamita, Sutras de la conciencia discriminativa de largo alcance (Los sutras de la perfección de la sabiduría). Estos sutras hablan directamente de la vacuidad (vacío) o realidad, e indirectamente acerca de las diversas etapas de su realización. Este tema fue elaborado a partir de los textos provenientes de Maitreya y Asangha. Específicamente, el Abisamayalamkara (mNgon-rtogs rgyan), Filigrana de realizaciones, discute estas etapas provenientes de los diferentes puntos de los sutras y los shastras (los textos indios que las explican). Con el paso del tiempo nos han llegado diversos comentarios y textos del gran Tsongkapa que elaboran y condensan sus puntos principales.

Por lo tanto, las principales fuentes de las enseñanzas de este texto, Fundamento de las buenas cualidades, son los diferentes textos que he mencionado. Tsongkapa escribió dos textos más exhaustivos que contienen estas instrucciones relativas a las etapas graduales del camino: Lam rim chen mo (Gran presentación de las etapas graduales del camino) y Lam rim chung wa (Una presentación corta de las etapas graduales del camino). El fundamento de las buenas cualidades incorpora todos los puntos principales que Tsongkapa expuso en sus presentaciones larga y corta de las etapas graduales de la mente y las organiza de una manera fácil de practicar y de comprender.

Evitar obstáculos para la práctica de este texto

Para poder practicar exitosamente las enseñanzas contenidas en este texto, necesitamos liberarnos de diversas actitudes que podrían actuar como obstáculos, por ejemplo, pensar que ciertas enseñanzas del Buda son buenas y otras malas. Al hacer esto, generamos una gran cantidad de potenciales negativos con respecto a las enseñanzas del Buda y esto nos quitará la posibilidad de tener éxito. Hay quienes descalifican al vehículo modesto de la mente (hinayana) y otros que dicen que las enseñanzas del vehículo modesto son buenas, mientras que las enseñanzas del vehículo vasto (mahayana) no son las palabras del Buda. En este sentido, ambas posturas desacreditan las enseñanzas. Hay otros que, a pesar de que aceptan las enseñanzas del vehículo vasto, dicen que las enseñanzas del tantra tampoco son las palabras del Buda. Así, menosprecian esas enseñanzas. Hacer esto arruina cualquier posibilidad de éxito.

Necesitamos tener presentes los puntos muy importantes de las enseñanzas del vehículo modesto. Por ejemplo, el vehículo modesto incluye las diversas enseñanzas sobre la impermanencia y sobre los cuatro emplazamientos de la presencia mental cercana, la manera de ubicar nuestra presencia mental de manera cercana en cuatro diferentes tipos de objetos. Estos son puntos extremadamente importantes que todos necesitamos conocer y poner en práctica.

Hay quienes ven las enseñanzas del vehículo vasto en términos de sus instrucciones en torno a la conducta y las acciones de los bodisatvas dedicados. Luego, ven las enseñanzas del vehículo modesto en términos de su énfasis en el entrenamiento en las reglas del vinaya de la autodisciplina ética. Luego menosprecian una enseñanza u otra, al pensar que los dos conjuntos de enseñanzas no se ensamblan armoniosamente. Tal actitud prejuiciosa también arruina cualquier posibilidad de éxito.

Necesitamos darnos cuenta de que todos estos puntos de las enseñanzas del Buda necesitan ponerse en práctica por igual y en el orden apropiado. Cuando los seguimos en un orden gradual, se vuelve más fácil obtener logros de ellos. Esto se debe a que las realizaciones surgirán en el orden gradual apropiado. Al hacerlo de esta manera, podemos usar plenamente la base de trabajo de nuestra preciada vida humana con todas sus libertades y riquezas para la práctica del Dharma, y alcanzar un estado iluminado.

Un compromiso incondicional con el maestro espiritual

Para ser capaz de seguir este camino gradual, es necesario saber cuál es su raíz, a través de la cual proviene todo su sustento. Su raíz es seguir las instrucciones de un bondadoso y perfecto maestro espiritual que sabe todo acerca de estas vías de la mente, sin error alguno. El mentor y amigo espiritual es la base con la que se cuenta para ser capaz de alcanzar todas las buenas cualidades. De hecho, nuestro éxito depende totalmente de tal persona.

Más aún, el sólo hecho de que el maestro espiritual sea un buda, una persona totalmente iluminada, no es específicamente útil para nosotros. En cambio, lo que es útil para nosotros, en función de nuestra propia práctica como discípulos, es ser capaces de reconocer que nuestro maestro espiritual es un ser iluminado. Ese es el punto de la práctica de reconocer que nuestro maestro espiritual es un buda. Dado que esta habilidad es la raíz que dará lugar al éxito en el camino, es extremadamente importante hacer una minuciosa investigación del maestro espiritual antes de confiar y de comprometernos con él o ella.

Tal investigación y análisis no es como hacerle a alguien un examen médico en un hospital occidental. No es un examen físico. Lo que revisaremos es si esta persona cuenta o no con el triple entrenamiento superior: en autodisciplina ética, absorción meditativa y el darse cuenta que discrimina (sabiduría). ¿Tiene esta persona un corazón cálido y bondadoso? ¿Tiene esta persona una gran sabiduría y conciencia discriminativa? Estas son las cosas que necesitamos investigar. Y si esa persona cuenta con tales cualidades entonces es apropiado confiar y comprometernos incondicionalmente con él o ella.

Pero este tipo de investigación no es algo que necesitamos hacer después de habernos comprometido con el maestro espiritual, es necesario hacerlo antes. Si no somos cuidadosos al comprometernos con un maestro espiritual y abandonamos el compromiso perdiendo la confianza por completo, las consecuencias pueden ser funestas y desastrosas para nosotros. Por ejemplo, si durante esta vida hemos cometido un acto extremadamente destructivo, digamos uno de los crímenes atroces, si abierta y honestamente admitimos haber hecho un mal y aplicamos todas las fuerzas oponentes apropiadas, es posible purificarnos del potencial negativo que habíamos acumulado. Sobre esa base, podemos alcanzar la iluminación en esta misma vida. Pero si habiéndonos comprometido incondicionalmente con un maestro espiritual, le damos la espalda a nuestro compromiso, cortamos la relación y perdemos la confianza por completo, existe el peligro de no ser capaces de iluminarnos en esta vida.

¿Cómo nos comprometemos? Nos comprometemos tanto con nuestros pensamientos como con nuestras acciones. La forma de comprometernos con nuestros pensamientos es desarrollar la llamada “raíz” del compromiso, a saber, creer que un hecho es verdadero. Hay tres formas diferentes de creer que un hecho es verdadero: creerlo con claridad mental, creerlo con una aspiración con respecto al hecho y creerlo con base en la razón. Independientemente del tipo de creencia del que seamos capaces, necesitamos desarrollar confianza y una creencia respetuosa en el hecho de que nuestro maestro espiritual es, en definitiva, un buda totalmente iluminado.

Tal compromiso incondicional con nuestros pensamientos produce muchos beneficios, y romper ese compromiso produce muchas desventajas y desastres. Estos son temas muy amplios y demasiado detallados como para abordarlos en este momento, pero ustedes tienen aquí a sus maestros con quienes pueden estudiar estos asuntos. Necesitan estudiarlos cuidadosamente, dado que son extremadamente importantes.

En cuanto a la forma de comprometernos con nuestras acciones, aunque hay muchas formas de hacerlo, el punto principal es seguir las enseñanzas y las instrucciones exactamente como nos lo indica nuestro maestro espiritual. Dentro de ese contexto, lo principal es mantener la estricta autodisciplina ética de evitar las diez acciones destructivas (acciones no virtuosas) y comportarnos apropiadamente. Esta es la mejor forma de comprometernos incondicionalmente con nuestro maestro espiritual por medio de las acciones.

Respecto a cómo nos comprometemos con nuestros pensamientos, no solamente necesitamos desarrollar, como nuestra raíz, la creencia en hechos como verdaderos, también necesitamos desarrollar un gran respeto teniendo continuamente presente la bondad de nuestro maestro espiritual. Así que es muy importante recordar su bondad.

Como se explicó, el Buda Shakyamuni, a través de sus inimaginablemente grandes hazañas iluminadoras, fue capaz de hacer madurar la corriente mental de numerosos discípulos. Pero nosotros no tuvimos la posibilidad de nacer en aquella época, y por lo tanto, no pudimos conocer esa suprema emanación, el Buda Shakyamuni. Incluso si un ser iluminado apareciera hoy con todas las treinta y dos características físicas mayores y las ochenta menores, quizás no hemos acumulado el potencial positivo o karma para poder encontrarnos con tal ser. Lo que sí tenemos, sin embargo, es la habilidad de entrar en contacto con maestros espirituales que nos pueden enseñar en formas adecuadas a nuestras habilidades y necesidades. Por lo tanto, en una situación tan desafortunada, nuestro maestro espiritual es extremadamente bondadoso por enseñarnos.

Dado que todos queremos ser felices y no queremos tener ningún problema o sufrimiento, necesitamos acumular las causas que den como resultado nuestra felicidad. El maestro espiritual nos indica, en un orden gradual, las diversas medidas preventivas a tomar que nos permitirán lograrlo. Él o ella imparten estos diferentes métodos de manera que no tengamos que atravesar por indecibles penurias y dificultades. Si llevamos todos estos métodos a la práctica, con el tiempo seremos capaces de obtener verdaderas experiencias meditativas y realizaciones. Sobre esta base, estaremos realmente en condiciones de entrar en contacto con un buda y seremos capaces de recibir enseñanzas y practicar de acuerdo con ellas. Esto sucede cuando ya hemos alcanzado un nivel relativamente elevado de realización. Pero ahora, cuando nos encontramos en una condición mucho más desafortunada, tenemos a nuestros maestros espirituales como manifestaciones de los budas, en formas mucho más asequibles para nosotros y con las que podemos relacionarnos.

Si pensamos en estas cuestiones, nos daremos cuenta de cuán bondadoso es nuestro maestro espiritual. Consideremos cómo sería estar en una situación en la que estuviéramos muy desesperados y necesitados de ayuda. Por ejemplo, si no tuviéramos comida y estuviéramos a punto de morir de hambre, o si no tuviéramos ropa y estuviéramos a la intemperie en un clima helado, a punto de morir congelados. Alguien que nos brindara comida y ropa en esos momentos sería extremadamente bondadoso. Pero si estamos en una situación de riqueza económica, con muchas posesiones materiales, una buena educación y muchas habilidades y cualidades, entonces el hecho de que alguien nos brinde algo de comer o algo para vestir no es una hazaña tan grande. No es una gran bondad para nosotros.

Así que si preguntamos cuál es la verdadera razón por la que necesitamos ser capaces de reconocer que nuestro maestro espiritual es de hecho un buda totalmente iluminado, y si nos preguntamos por qué necesitamos comprometernos totalmente con nuestras acciones y con nuestros pensamientos, es por lo siguiente: la razón principal, el punto esencial es porque necesitamos ser capaces de alcanzar un estado de iluminación a través de lo que esta persona nos enseña. Por lo tanto, si lo pensamos, el maestro espiritual nos enseña todos los caminos graduales de la mente y las prácticas que nos llevarán a un estado de iluminación. Esta es la actividad iluminadora de un buda y, por lo tanto, nuestro maestro espiritual es un buda desde el punto de vista de que personifica la actividad iluminadora de un buda. Esta es la gran bondad de nuestro maestro espiritual que necesitamos recordar y apreciar plenamente.

Hay una gran cantidad de discursos acerca del yoga del gurú, prácticas para integrarnos con el maestro espiritual. Esta es una práctica muy importante que se encuentra en las cuatro tradiciones del budismo en el Tíbet. No hay ninguna discrepancia en ninguna de ellas; todas están en total acuerdo respecto al sano compromiso incondicional con el maestro espiritual.

De modo que la primera estrofa del texto es:

(1) (Saludable) confianza en un bondadoso maestro espiritual, fundamento de las buenas cualidades, es la raíz del camino. Al observar esto con claridad, solicito inspiración para seguirlo con gran agradecimiento y los esfuerzos necesarios.

Esta estrofa cubre el tema sustancial del compromiso incondicional con un maestro espiritual o la llamada “devoción al gurú”. Es importante al principio, en medio y al final del camino. Al principio es el aspecto más esencial que servirá como punto de partida para nuestra práctica. Durante el curso de nuestra práctica, es la raíz para ser capaces de obtener todas las buenas cualidades. Al final, nuestro logro de la conclusión de todas estas vías de la mente también depende de nuestro compromiso de corazón con nuestro maestro espiritual. De modo que para alcanzar la iluminación es esencial un compromiso saludable y apropiado durante todo el proceso.

Sin importar en qué tipo de asuntos materiales y mundanos estemos involucrados o deseemos hacer, necesitamos que una persona calificada nos diga cómo hacerlos. Si esto es así, para alcanzar un estado que está más allá de todas las cosas mundanas perecederas, es aún más necesario tener a un maestro espiritual – un amigo y mentor espiritual calificado que nos muestre la forma de hacerlo-. Por lo tanto, es importante confiar y comprometernos incondicionalmente con tal persona y no romper ese compromiso ni darle la espalda. Entonces, esta primera estrofa del texto expone un tema extremadamente crucial e importante que es el quid de nuestro éxito en toda la práctica.

La base de trabajo: un precioso renacimiento humano

Una vez que se tiene como base un compromiso saludable e incondicional y se continúa después con las verdaderas vías de la mente, el siguiente tema es apreciar la excelente base de trabajo que tenemos: un precioso renacimiento humano totalmente dotado con las libertades y riquezas para la práctica del Dharma, lo difícil que es obtenerlo, y demás. La siguiente estrofa de cuatro líneas presenta ese tema sustancial:

(2) Esta excelente base de trabajo con sus libertades, encontrada por única vez, es difícil de obtener. Al notar su gran importancia, solicito inspiración para desarrollar sin interrupciones una actitud para extraer su esencia en todos sentidos, día y noche.

Hay muchísimos seres humanos y muchos diferentes tipos de personas. El tipo particular de base de trabajo que tenemos, como seres humanos totalmente dotados, es algo incluso más excepcional que la base de trabajo de un ser humano común. De hecho, tener un cuerpo humano no es algo que esté bajo nuestro control. En el momento de la muerte, perderemos dicho cuerpo y no hay manera de saber en dónde o como qué renaceremos. Así que, en general, es muy difícil obtener cualquier tipo de cuerpo humano.

Si preguntamos por qué es tan difícil obtener un cuerpo humano, la razón es que tenemos que acumular las causas para dicho renacimiento. La causa principal es haber acumulado una abundante cantidad o un gran entramado de potencial positivo por haber seguido una ética estricta. Si vemos alrededor a todos aquellos que están involucrados en ser constructivos y positivos, en contraposición con los que están involucrados en ser negativos y destructivos, podemos ver fácilmente por nosotros mismos qué lado tiene más gente. Si volamos alrededor del mundo en un avión y miramos hacia abajo, se torna muy evidente que la mayor parte de la Tierra es océano. Estos océanos están habitados por diversos tipos de vida marina, ninguno de los cuales posee un cuerpo humano. Y si observamos los diferentes países sobre la Tierra y toda la gente de esos países, y si entre toda esa gente tratamos de buscar a los que se interesan por beneficiar a sus futuras vidas y más allá, nos daremos cuenta de que esas personas son extremadamente escasas. Esto es algo que todos podemos ver por nosotros mismos; es muy obvio. Simplemente tomemos este país como ejemplo. Hay muy pocas personas en este país sinceramente interesadas en beneficiar a sus vidas futuras y en llevar a cabo la práctica espiritual de tomar las medidas preventivas del Dharma para producir futuros renacimientos humanos. Esto es algo que podemos ver claramente.

Por lo tanto, renacer como un ser humano que tiene interés en asuntos espirituales y en mejorar sus vidas futuras es algo sumamente raro y difícil de encontrar. Entonces, el hecho de que hayamos renacido como seres humanos tan plenamente dotados es algo muy precioso, muy raro y sumamente difícil de obtener. Tendríamos que sentirnos muy felices por ello.

La razón para sentir felicidad por tan precioso renacimiento humano es porque es extremadamente importante: muchas cosas se pueden alcanzar con esta base. Están aquellos que usan su vida humana para tratar de obtener grandes riquezas, posesiones materiales y dinero para esta vida. Dedicar la vida a eso no puede considerarse un uso muy importante de sus oportunidades. El dedicar toda nuestra energía únicamente para obtener alimento y sostener nuestras necesidades materiales es algo que también los animales hacen. No nos hace diferentes ni mejores que ellos. Hasta el más insignificante tipo de animal, como un pequeño ratón, es capaz de encontrar comida para sí mismo.

¿Qué cosa más excepcional podemos lograr sobre la base de nuestro precioso renacimiento humano? Podemos tomar las diversas medidas preventivas del Dharma que nos permitirán no caer en ninguno de los peores estados de renacimiento en nuestras futuras vidas. Esto es algo que de hecho podemos hacer; este es un uso que podemos darle a esta base de trabajo que es el precioso renacimiento humano que tenemos. Más aún, sobre la base de este precioso cuerpo humano es posible liberarnos de todo tipo de sufrimientos incontrolablemente recurrentes. Esto es algo que también podemos lograr sobre la base de nuestro precioso renacimiento humano. No solamente podemos eliminar todos nuestros problemas y sufrimientos, sino que también es muy posible que logremos la habilidad para aliviar también a todos los demás de sus problemas y sufrimientos. Sobre la base de nuestro precioso renacimiento humano podemos alcanzar el estado de total claridad mental y completamente desarrollado de un buda iluminado. Esto es algo que también podemos hacer.

El punto principal a tener presente es tener la habilidad para beneficiar a todos los seres y alcanzar un estado de iluminación que nos permita ser capaces de hacer tanto como sea posible. Dentro de ese contexto, necesitamos pensar en los puntos de las enseñanzas relativas a nuestro precioso renacimiento humano, la muerte y la impermanencia. Necesitamos emplear los diversos métodos del Dharma para asegurarnos de que no renaceremos en uno de los peores estados.

Cuando hacemos una pintura de un buda, desde el principio tenemos mentalmente una imagen completa del buda. De la misma manera, con estos entrenamientos del Dharma tenemos presente desde el inicio la meta última de alcanzar un estado de iluminación para poder beneficiar a todos los seres. Entonces, desde el principio atravesamos todos los entrenamientos con esa conciencia.

Tenemos tanto el día como la noche a nuestra disposición y necesitamos usar ambos en esforzarnos por aprovechar la esencia de nuestra preciada vida humana. ¿Cuál es la esencia de la vida? El punto esencial de estar vivos es que podemos alcanzar el estado completamente iluminado de un buda para ser capaces de beneficiar a todos. Este es el punto más esencial de estar vivo como un ser humano totalmente dotado. Esto es algo que necesitamos tratar de tener presente todo el tiempo y nunca dejar de darnos cuenta de ello.

Tendríamos que sentirnos sumamente felices de estar vivos como seres humanos con todas las libertades y riquezas que permiten nuestra práctica del Dharma para alcanzar la iluminación. Entonces, dentro de ese estado de felicidad por las oportunidades que tenemos, necesitamos intentar tener un corazón cálido y bondadoso. Podemos desarrollar un corazón que esté dedicado a los demás y a alcanzar la iluminación. Podemos poner todo nuestro esfuerzo en tratar de ser de ayuda y beneficio para todos, y en nunca dañar a nadie.

Resumen

El día de hoy he discutido la raíz de todas las vías de la mente, que es un compromiso incondicional con un maestro espiritual. También he discutido la dificultad de encontrar un precioso renacimiento humano con todas sus libertades y riquezas para hacer progresos. He dado esta explicación a modo de una breve introducción preliminar, el desarrollo principal del tema y un repaso a manera de dedicatoria al final.

Con respecto a lo que se puede lograr con esta base humana que tenemos, existen dos metas – provisional y última- que podemos alcanzar. En un nivel provisional o superficial, es posible renacer nuevamente como ser humano, con grandes oportunidades, y también renacer como un dios. Más adelante, en un nivel último, es posible alcanzar un estado, ya sea de liberación o de iluminación, también sobre la base de nuestra preciosa vida humana. Así que, tanto desde la perspectiva provisional como desde la última, tener una preciosa vida humana es definitivamente crucial. Es muy importante, entonces, meditar en todos estos puntos, fortalecer el darse cuenta y aprecio por ellos como hábitos beneficiosos de la mente.

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