Mérito: ¿La felicidad necesita ganarse?

El concepto budista de "mérito" está atado a las enseñanzas del karma. El mérito se refiere a la conducta constructiva y a sus repercusiones constructivas, acumuladas en nuestra continuidad mental. Hay potenciales positivos que madurarán en el hecho de que nos sintamos felices después en diversas circunstancias. Esta felicidad no es algo que hayamos ganado como una recompensa por ser buenos, y nadie puede otorgárnosla. La felicidad surge de manera natural como el resultado de actuar, hablar y pensar de forma constructiva, sin enojo, apego, codicia o ingenuidad.

El concepto budista del mérito

El tema esta tarde es el mérito. En el budismo, a menudo hablamos de la importancia de incrementar el mérito. Sin embargo, la palabra “mérito”, es un tanto confusa. Tiene un significado en inglés; en alemán, la palabra, Verdienst, tiene otro significado muy diferente; y el término original en tibetano quiere decir algo diferente a los dos anteriores. Así que, de hecho, hay algo de confusión porque al oír “mérito” lo asociamos al significado de la palabra en nuestro idioma.

Esta tarde no quiero solamente impartir una conferencia y dar información, lo que puede ser realmente fastidioso para ustedes y para mí. En lugar de eso, me gustaría que este fin de semana transcurriera, más bien, haciendo preguntas para todos e intentando realmente pensar acerca de los asuntos involucrados en el tema. Déjenme exponer algunas definiciones primero.

La palabra “mérito” en inglés es completamente equivocada. Esta palabra parece implicar que acumulamos puntos por hacer cosas buenas, y si conseguimos suficientes puntos, digamos 100 puntos, entonces ganamos una medalla. Ésta es una idea infantil, algo así como el “distintivo al mérito” de los niños exploradores, y ciertamente no es lo que queremos decir por mérito en el budismo. La palabra alemana Verdienst es en verdad mucho más interesante y no tan infantil. Pienso que necesitamos enfocar la atención en este significado y no en el de la palabra inglesa.

Prefiero traducir el concepto del sánscrito o tibetano como “potenciales positivos” o “fuerza positiva”, porque esto es algo que surge como resultado de actuar constructivamente y que entonces madura en felicidad. Por supuesto, investigaremos el significado de esto un poco más profundamente, porque hay tres términos aquí que son bastante técnicos y específicos. ¿Qué queremos decir con “actuar constructivamente”? ¿Qué queremos decir con “felicidad”? y ¿en qué consiste este proceso de “maduración” y cuál es la relación entre actuar constructivamente y ser feliz? Por ejemplo, podría intentar hacer algunas cosas buenas, pero podría no ser muy feliz como consecuencia, entonces, ¿qué es lo que ocurre?

Primero, pienso que necesitamos examinar la idea de Verdienst. ¿Qué quiere decir verdienen? ¿Verdienen quiere decir felicidad? ¿O quiere decir ganarse la felicidad, o merecer felicidad? “Ganarse” significa que al tener un empleo se recibe una paga, así que se ha ganado algo. De modo semejante, trabajamos en ser buenos y entonces nos ganamos la felicidad. ¿Es esto de lo que se trata? ¿O quiere decir que merecemos la felicidad? “Tengo derecho a ser feliz. Pagué mi dinero y ahora tengo el derecho de obtener un buen producto. Si no consigo ese buen producto, he sido estafado.” Todas estas ideas se mezclan con la palabra alemana verdienen. En verdad, como dije antes, no es tan infantil como la idea de mérito en el sentido de obtener puntos y ganar un certamen, porque de hecho éstos son en realidad asuntos muy serios. Consideremos algunas cuestiones básicas acerca de las que me gustaría que pensaran y entonces podemos intercambiar opiniones.

¿Tenemos derecho a la felicidad?

¿Es todo el mundo merecedor de un trato justo en la vida? Como el ideal socialista: todo el mundo tiene derecho a un empleo, una buena casa, comida, etc. ¿Lo merecemos simplemente por nuestra naturaleza búdica, o nos lo tenemos que ganar? ¿Tenemos que hacer algo para conseguirlo? ¿Qué piensan ustedes? ¿Merecemos tener una buena casa y felicidad? ¿Merecemos ser felices? En un nivel psicológico, algunas personas consideran que no merecen ser felices, y no se permiten ser felices. ¿Por qué?

Se podría decir que todos tenemos derecho a ser felices, a tener una casa, etc., pero cuando lo ponemos de ese modo otra vez nos compenetramos en la connotación del verdienen alemán; Transmite la idea que alguien nos ha dado ese derecho. ¿Nos DIO alguien el derecho a ser felices, o tenemos tal derecho naturalmente? ¿Por qué tenemos derecho a disfrutar una buena casa?

Eso hace que surja la pregunta: ¿somos responsables de nuestras acciones? Por ejemplo, en las anteriores sociedades comunistas de Europa Oriental y la anterior Unión Soviética, todo el mundo tenía el derecho de recibir una paga, independientemente de si trabajaba bien o no, y, consecuentemente, nadie trabajaba bien porque a nadie le interesaba hacerlo. ¿Es eso en realidad lo qué queremos decir aquí?, ¿que todo el mundo tiene el derecho a una paga y a tener una buena casa ya sea que trabaje o no? Si tenemos el derecho a ser felices, entonces no tenemos que hacer nada. De esto se deduce que un asesino tiene derecho a ser feliz; que alguien que hace trampa o roba una tienda tiene el derecho de hacerlo porque quiere ser feliz. ¿Tiene tal persona realmente el derecho a hacer eso?

Pueden decirme que el “derecho a ser feliz” o el “derecho a tener una buena vida” suena como si alguien nos hubiera dado ese derecho y esto no parece correcto. Tal vez podamos decir que todo el mundo tiene la posibilidad, la oportunidad, de ser feliz, pero aun así tendríamos que hacer algo para obtener tal felicidad. La expresión inglesa “ser merecedor” de tener cosas queda bien aquí. No es tanto un derecho. Lo busqué en el diccionario, pero “Recht” en alemán implica que alguien te lo otorga. En inglés “merecedor” (entitled) no implica que alguien te lo otorgue. Porque, por ejemplo, la cuestión también puede ser aplicada al medio ambiente: el medio ambiente merece también ser respetado, recibir un trato justo. Es ser “merecedor” tan fuerte como tener derecho, ¿como Recht?

Tenemos la característica de estar programados por naturaleza para ser felices.... Piensen, por ejemplo, en un bebé en Kosovo. ¿Merece ese bebé en Kosovo tener una casa pacífica y poder crecer en un ambiente tranquilo, simplemente en virtud de ser un bebé?

¿Por qué merecemos eso? Si asumimos que un poder exterior nos da ese derecho, digamos ya sea Dios o las leyes dictadas por esta sociedad, entonces comienzan las complicaciones. ¿Se nos puede despojar de tal derecho? Si somos merecedores de él tan sólo por nuestra mera naturaleza, entonces ¿qué entraña esto? ¿Está, aun un criminal de guerra, facultado para ser feliz? ¿Qué hay acerca del medio ambiente?

Se dice que todas las formas de vida merecen ser felices y ser tratadas bien, así que mi pregunta es, ¿qué hay de las cosas inanimadas, como el aire o el océano? ¿Merece el océano ser conservado limpio? ¿Merece el aire ser conservado limpio? ¿De dónde viene tal derecho?

Desde el punto de vista budista, la felicidad resulta de nuestros potenciales positivos

Lo que el budismo expresa es que, como parte de nuestra naturaleza búdica, contamos con cierto potencial positivo. La expresión clásica para esto es que como parte de nuestra naturaleza búdica, tenemos una “colección de mérito.” Otra vez, encuentro extraña esa terminología. Pienso que, “colección” es la palabra equivocada para esto. prefiero la palabra “red.” Tenemos una red de potenciales positivos. Todo el mundo tiene algún tipo de red propia.

Es muy complejo. Si lo pensamos, tenemos el potencial para poder aprender, el potencial para poder criar una familia y amar a los otros. Tenemos toda clase de potenciales positivos, los potenciales para hacer cosas positivas. Alguno de ustedes mencionó anteriormente que todos tenemos la posibilidad de ser felices. De eso se trata lo que digo; tenemos la posibilidad, los potenciales para ello. Como hay potenciales mutuamente interconectados para tantas cosas diferentes, forman una red. Como resultado de esta red de potenciales positivos, podríamos ser felices. Tengo el potencial para poder ganarme la vida, para poder amar a otras personas y criar una familia, etc. y, por consiguiente, tengo el potencial para ser feliz. Todo el mundo tiene una red básica como esta. Sobre esa base, podríamos decir que somos merecedores, que nos hemos ganado la felicidad. Pero el concepto involucrado en las palabras que usamos no concuerda realmente con la idea budista, ¿verdad?

Digamos que salimos de vacaciones. ¿Merecen nuestras plantas ser regadas, y merece nuestro gato ser alimentado? ¿Existe alguna diferencia entre ellos? ¿Merece nuestra casa estar limpia?

¿Qué hay acerca de los deseos del gato?

Buena observación. Esto se está acercando a la idea budista de que la felicidad es algo que requiere de nuestra voluntad. Necesitamos querer ser felices para llegar a serlo. Algo importante al abordar el budismo es pensar acerca de todas estas cosas.

¿Se gana la felicidad?

Si queremos ser felices, ¿es suficiente tan sólo querer ser feliz para lograrlo, o tenemos que hacer algo para ganarnos tal felicidad? Si tenemos que ganarla por nuestras acciones, ¿la obtenemos por los resultados de nuestras acciones, o por nuestra motivación? Digamos que invité a mis amigos a comer; quise hacerles una comida maravillosa y hacerlos felices. Tuve una motivación maravillosa, pero quemé la comida y terminó siendo un desastre, o mi amigo se enfermó o se atragantó con un hueso. ¿Qué es más importante, la motivación o el resultado de lo qué hacemos?

La motivación no es suficiente. Tenemos que hacer algo. Pero también puede ser que no siempre exista una motivación... Supongamos que no tenemos intención de hacer feliz ni de conocer a nadie, pero se da el encuentro y esto hace felices a los otros. Pienso que es una combinación. El ejemplo que siempre me gusta usar es el de un ladrón que roba el coche de una persona que está encantada porque así puede cobrar el seguro. Era un coche horrible que no le gustaba.

Exploremos otra idea. Tenemos esta noción de mérito en el budismo como algo que tiene que ganarse, tenemos que ganarnos la felicidad. Digamos que trabajamos mucho todo el año, ¿nos hemos ganado una vacación o un aumento de sueldo? Ni uno ni otro. ¿Hemos ganado una vacación? ¿Hemos ganado un mejor sueldo? ¿Hemos ganado el derecho a tener buenas condiciones de trabajo en nuestra oficina? Pienso que por la palabra “ganarse,” tendríamos que decir: “Sí, nos hemos ganado eso.” Sin embargo, podríamos irnos de vacaciones y aun así no ser felices. ¿Nos ganamos la felicidad? No nos ganamos la felicidad. ¿Qué nos estamos ganando?

Consideremos otros dos aspectos de “merecer.” Veamos a la gente en Kosovo que ha sido dañada. ¿Qué merecen? ¿Merecen recibir compasión? ¿Merecen ser recibidos en nuestro país y ser alimentados? ¿Qué hicieron para merecerlo? ¿Merecen ser felices? ¿Merecen vengarse? ¿Qué hay de los soldados serbios que han matado a tantos de ellos? ¿Merecen nuestra compasión y nuestro perdón? ¿Qué han hecho para merecerlo? ¿Merecen ser castigados o matados? Podemos ver ahora el problema con el término “merecer.”

El punto que quiero dejar claro con esto es que toda la idea de verdienen, que es ganarse algo o ser merecedor de algo, y por extensión, nuestro concepto occidental de lo mismo, es muy diferente del concepto budista de karma, de lo que trata por entero esta discusión, el potencial positivo. Es algo muy diferente.

El karma no es justicia o un sistema de leyes

Si analizamos nuestro concepto occidental de tener derechos, de ganarnos algo y de merecer cosas, lo que yace detrás de eso es una noción definida culturalmente que tenemos en occidente. Tal noción es que el universo es justo; que hay algún tipo de justicia en el universo y que las cosas deberían ser justas. Ese es un concepto fuerte: “Debería ser justo.” ¿Por qué debería ser justo? “Porque el universo es justo.” Ésta es, en gran medida, una idea occidental.

Lo podemos mirar de diferentes maneras. Desde un punto de vista, es justo que se acoja a la gente en Kosovo en nuestro país. Desde otro punto de vista, podría decir: “Pues bien, es justo para ellos vengarse y es justo para nosotros bombardear Serbia.” Es justo. Desde otro punto de vista, es justo para nosotros perdonar a los soldados serbios pero, por otra parte, también puede ser justo para nosotros meterlos en prisión. Así es que tenemos esta idea de justicia y de que existe la ley. Esto no es limitado a occidente, también existe en el pensamiento chino, pero no en el pensamiento tibetano.

En nuestra perspectiva occidental, esta ley o justicia, tomada de una perspectiva bíblica, es debido a Dios. Dios es justo. Dios es recto. Aun si parece que es injusto que Dios se haya llevado a mi bebé, tenemos que creer que Dios, en su sabiduría, fue justo. Por consiguiente, una persona religiosa sólo tiene que confiar en que Dios supo lo que estaba haciendo al llevarse a su bebé. Para aquellos occidentales que no son religiosos, todo el concepto de ley y de justicia es tomado desde un aspecto muy político, realmente originado en la cultura griega, de que al menos la sociedad debería ser justa. Así, intentamos construir una sociedad justa a través de las leyes. Se consigue una sociedad justa a través de políticas y leyes entonces, básicamente, logra ser justa, no por Dios, sino por las personas que dictan las leyes. Nosotros la hacemos justa porque nosotros elegimos a esas personas. Es interesante notar que los chinos, traducen la palabra “Dharma” como “ley.” Aunque la manera tradicional de pensar de los chinos es que las leyes son simplemente parte del orden natural del universo. No son hechas por Dios, ni hechas por las personas.

Ya sea que lo miremos de forma personal como en occidente, o de forma impersonal como dentro de la sociedad china, aun así, se trata de obediencia. Obedezca las leyes y las cosas irán bien, usted será feliz. Si usted no obedece las leyes, usted no será feliz. Cuando consideramos las tradiciones indias y tibetanas de budismo, pero no al budismo chino, tendemos a hacerlo con nuestros conceptos de occidente y esto crea confusión porque tenemos esta palabra verdienen para mérito. “Mérito” es igualmente ridículo. Verdienen es algo que nos ganamos. El universo debería ser justo. Si actúo en una cierta forma constructiva, el universo debería ser justo y yo debería ser feliz. Debería haber justicia. Aunque digamos: “Sí, pero sé que ello no me es dado por Dios o nadie más” ¡consideremos la forma en que hablamos acerca del karma en el occidente! Lo llamamos “las leyes del karma.” No se menciona la palabra “leyes” en la expresión original, nosotros la añadimos. Consideramos al karma como si fuera un orden jurídico basado en la justicia, y eso no es la idea original, en absoluto. Así que ¿de qué habla el karma en verdad?

El karma se ocupa de los resultados de actuar constructiva o destructivamente

Ante todo, el karma expone lo que es el resultado de actuar constructivamente, y de lo que es el resultado de actuar destructivamente. Es hablar de la causa y el efecto del comportamiento. Usamos expresiones como “las leyes de la física.” Ésas son cosas físicas, no hay justicia involucrada cuando los objetos siguen las leyes de la física. Aun entre los chinos, donde las leyes son justamente parte del universo, la idea de justicia está aún allí. Sin embargo, aquí en el budismo indio y tibetano, hablamos de un sistema que tiene lógica, pero que no se basa en la justicia. Es simplemente lo que es.

“Constructivo” aquí, significa actuar en una forma que, desde el punto de vista de la motivación, está libre de apego: “Quiero ser feliz, estoy haciendo esto para ser feliz,” libre de enojo, libre de ingenuidad, etc. En nuestra mente, la motivación es: “No quiero lastimar a nadie” y todo lo demás. “Quiero ayudar a los otros” también podría estar allí, pero no es la característica decisiva más importante. Si queremos ayudar a alguien, ese es un bono, un extra. La motivación fundamental es que está libre de actuar desde el deseo, el enojo o la ingenuidad. Como la madre que usted describía: “Voy a tratar a mis hijos muy bien porque quiero que ellos me respeten, me amen, se encarguen de mí en mi vejez, me sirvan, etc.” En tal caso, ella puede estar tratando de ser amable con sus hijos, pero su motivación es el apego. No vamos a obtener mucha felicidad de tal actitud.

Cuando hablamos del “resultado de actuar constructivamente,” esto es en verdad muy complicado. La motivación en sí misma no es suficiente, necesitamos una combinación de motivación, acción, y su resultado inmediato. La motivación puede ser positiva pero, como cuando hacemos una buena comida y nuestro invitado se atraganta con un hueso o se rompe el diente con él, es un asunto complicado. Sin embargo, la motivación es lo más importante.

Como resultado de actuar constructivamente, “acumulamos mérito.” Pero ¿qué significa “acumular”?, ¿y qué quiere decir “mérito”? Ya hemos visto lo que quiere decir mérito. Ahora tenemos ver qué significa “acumulación” o “colección”.

El potencial positivo es Verdienst o mérito, el potencial para que surja la felicidad. Acumular no es como si coleccionáramos puntos. Tampoco es como si los ganáramos, como si acumuláramos pruebas para un caso legal, para que en consecuencia fuéramos puestos en libertad, no es algo así. Una forma más útil de conceptualizarlo, creo, es que fortalecemos la red de nuestros potenciales positivos. Porque tenemos una red básica que es de nuestra naturaleza búdica, la fortalecemos a fin de que pueda funcionar mejor. Veo esto más como un sistema electrónico con montones de tubos y demás, y lo fortalecemos a fin de que la electricidad fluya a través suyo con mayor intensidad.

¿Qué significa que maduren como felicidad?

El asunto aquí es: ¿qué significa el que maduren como felicidad nuestras acciones constructivas y el potencial positivo que surge de ellas? Tiene mucha importancia comprender el término “maduren”.

Ante todo, no estamos hablando de lo que experimentan los otros por nuestras acciones, sino de lo que nosotros experimentamos a partir de ellas. Podríamos hacer una comida maravillosa para nuestros amigos porque les amamos y queremos que sean felices, y aun así ellos podrían odiarla de manera que no les cause felicidad alguna. Así que nuestra acción constructiva no necesariamente producirá felicidad para alguien más. Eso no es lo que significa que tal acción constructiva madure como felicidad.

La felicidad de la que hablamos aquí no es tampoco la que necesariamente experimentamos durante la acción constructiva. Supongamos que queremos tener un amorío con una persona casada, pero nos abstenemos porque no queremos cometer adulterio; pues sabemos que es algo impropio. El abstenernos, definitivamente no nos hace sentirnos felices. Eso no es de lo que estamos hablando. Tal felicidad no es la que experimentamos al realizar la acción constructiva.

Tampoco hablamos de lo que sentimos inmediatamente después de una acción constructiva. Hice algo realmente agradable para un amigo que se mudaba, organicé una fiesta de despedida, lo hice para hacerlo feliz, y entonces mi amigo se mudó a otra ciudad, yo lloré y me sentí fatal durante varios días. No hablamos de lo que sentimos inmediatamente después de hacer algo constructivo. Eso no es lo que quiere decir “maduren”.

Tenemos un continuum mental. Hay continuidad en nuestra experiencia. No es, sin embargo, que haya algo sólido corriendo a la par, sino que hay una continuidad de nuestra experiencia de momento a momento, un caudal de momentos de experiencia que siguen uno después del otro a lo largo de la vida y que continúan de una vida a otra. En cada momento, la red entera de todos nuestros potenciales está presente y puede afectar lo que va a ocurrir en el siguiente momento. También necesitamos tener presente que, así como contamos con una red de potenciales positivos, también tenemos una red de potenciales negativos. Debido a nuestra confusión acerca de la realidad, tenemos un montón de formas destructivas. También tenemos potenciales negativos: el potencial negativo de ser sarcásticos, de ser crueles, de mentir a veces. Todos estos son también como una red de potenciales manteniéndose mutuamente en muchas combinaciones diferentes.

La maduración es un proceso no lineal y caótico

Cuando hablamos de estos potenciales de cosas madurando, en las formas en que maduran están involucradas nuestras preferencias. El: “Me gusta estar con este tipo de persona, no me gusta estar con aquel tipo de persona”, “me gusta expresar mis sentimientos con fuerza”, todas esas cosas que nos gustan y nos desagradan, cuya combinación generalmente llamamos nuestra “personalidad”. Con base en eso, lo que ocurre es que madura nuestra personalidad, nuestras preferencias y, a merced de las circunstancias, los impulsos diversos surgirán. Me gusta caminar en calles oscuras; llega el impulso, voy a caminar en una calle oscura y, como resultado de eso, me roban. Ese es un nivel de lo que hablamos cuando decimos “el karma madura.”

Otro aspecto de lo mismo es que madurará en: “Soy feliz”, “me siento bien”, o “no me siento bien”, lo cual puede darse realmente en cualquier circunstancia. Algunas personas son muy ricas y tienen muchas cosas y aun así no son felices. Otros no tienen nada, pero son felices. Esto viene de rasgos de personalidad básicos. Pienso que podemos comprender esto más fácilmente desde un punto de vista occidental. “Me gusta la vida simple. Eso me hace feliz.” “Me gusta una vida estimulante y ocupada. Eso me hace feliz.” Esto está muy conectado con nuestras preferencias, ¿verdad? “Me gusta estar con esta clase de personas; No me gusta estar con esa otra clase de personas.” Todas estas cosas son en realidad cómo se da la felicidad. Sin embargo, no siempre estamos felices con alguien que nos gusta. Es muy importante entender que todo este sistema de maduración en felicidad e infelicidad, el sistema entero de potenciales positivos y negativos, es un sistema no lineal.

No es que actuemos de cierto modo y entonces inmediatamente seamos felices, y que siempre seamos felices, y que todo siga en línea recta. No funciona así; no es una progresión lineal. Es mucho más parecido a lo que llamamos un patrón caótico. Es un caos. A veces no estamos felices con esta persona; otras veces estamos felices con la misma persona. No es algo lineal. Es caótico en cierto sentido, pero es comprensible por la complejidad de lo que forma la red entera de nuestros potenciales positivos y lo que constituye la red de nuestros potenciales negativos. Es algo muy complejo.

Por ejemplo, hay alguien herido, digamos uno de estos refugiados de Kosovo. Podemos decir que la infelicidad que experimenta es el resultado del potencial negativo. Por supuesto, esto es una cuestión difícil. Para empezar ¿por qué nació allí? Es un asunto muy complicado. La idea entera de potenciales positivos y potenciales negativos sólo tiene lógica en términos de una mente sin principio y el renacimiento. Sin estos conceptos, no tiene ningún sentido. De otra manera, ¿por qué fue asesinado este bebé en Kosovo? Si no vemos los potenciales del propio continuum mental como causa, entonces tendría que ser la decisión de Dios. O fue simplemente mala suerte, lo cual no es una respuesta muy útil: “Fue mala suerte que usted naciera en Kosovo. ¡Lo siento!” Eso no es muy agradable. O podríamos decir: “Es culpa de los serbios.” Y a pesar de eso, ¿por qué yo? Necesitamos alguna respuesta. No es una situación fácil. “¿Por qué asesinaron a mi bebé?”

En el budismo, decimos que hay potenciales negativos y positivos sin principio. Esa es otra forma de resolver la pregunta de por qué ocurren ciertas cosas. Lo realmente interesante es que estamos hablando de si esta persona merece compasión y recibir el status de refugiado en Alemania, o si tiene derecho de unirse al ejército clandestino y cobrar venganza. El karma da una respuesta muy interesante a la idea de potenciales positivos y negativos.

Obviamente, fue resultado de potenciales negativos el que estas personas perdieran sus casas y sus familias fueran asesinadas. Pero si también tienen un montón de potenciales positivos, entonces automáticamente recibirán compasión, o se les dará asilo en Alemania. Ni siquiera tienen que exigirlo; porque podrían exigirlo sin conseguirlo si no tienen el potencial positivo. Aun si tienen una cierta cantidad de potencial para recibir ese status de refugiados aquí, podría existir otro potencial negativo que los hiciera ser infelices en Alemania.

También podrían tener muchos más potenciales negativos. El potencial negativo que proviene de haber matado puede dar como resultado estar en una situación en la cual los seres queridos son asesinados. Pero si tal potencial negativo está todavía allí, entonces continuará en el sentido que se tendrá la preferencia para querer vengarse, y entonces el impulso surge y se tomará venganza, de manera que el potencial negativo que se tiene será perpetuado. Ya que todo esto no es lineal, un día madurará una cosa y otro día otra. Tenemos una combinación de todos estos tipos de cosas porque mientras alguien cobra venganza, puede estar realmente feliz al hacerlo, pero también podría sentirse terriblemente furioso o deprimido.

Esta es la idea general del potencial positivo en el budismo.

Fortalecer y aumentar nuestros potenciales positivos

Lo que intentamos hacer, lo más posible, es fortalecer nuestra red de potenciales positivos sin ser ingenuos al respecto, pensando que todo lo que tenemos que hacer es postrarnos cien mil veces, o esto y aquello, y voy a ser feliz siempre y nada va a salir mal nunca. Es algo complicado y madura en una forma caótica. A veces somos felices; otras veces hay cosas que nos hacen infelices. En general, puedo ser feliz, pero a mí en realidad me gustan las pizzas muy grasientas, y así que, después de hacer mis cien mil postraciones, voy a salir a comer una pizza grasienta porque me gustan y porque surge el impulso. Sin embargo, después de comerla, mi potencial positivo de las postraciones no va a impedir que me enferme. Es muy importante que no seamos ingenuos en ese sentido.

La idea principal es que queremos incrementar este potencial positivo a fin de obtener circunstancias conducentes para lograr entendimientos profundos del Dharma. Tendremos la inclinación para compenetrarnos en tales circunstancias. Como resultado del potencial positivo, ME GUSTA meditar. ME GUSTA pensar acerca de temas profundos del Dharma como resultado de hacer este tipo de prácticas. Porque nos gusta hacer eso, el impulso a meditar o a pensar acerca de vacuidad surgirá cada vez más frecuentemente. ¿Por qué recordamos la vacuidad? Es porque llega un impulso y la recordamos. Como resultado del surgimiento de tales impulsos, de estas circunstancias positivas que nos gustan, vamos a lograr entendimientos más y más profundos que eliminarán la ignorancia y la falta de darnos cuenta, y cuando quitemos esto último, eliminaremos la causa de nuestro sufrimiento. Entonces seremos REALMENTE felices. Pero esto es una manera caótica, no lineal. ¡No es que tengamos ese entendimiento profundo y ahora: “Huy!” La dicha sigue, y somos felices por siempre. El proceso es también larguísimo.

Ese es el principal motivo por el qué queremos aumentar el potencial positivo, lo que esto quiere decir y cómo surte efecto. Pienso que es realmente importante apartarse de las connotaciones que tienen nuestras palabras occidentales ganarse la felicidad y demás, la cual viene de la palabra alemana verdienen: “Somos merecedores de algo porque pagamos por ello.”

Aunque sería bueno tener más preguntas acerca de nuestro potencial positivo, es realmente tarde así que sólo terminaremos con una dedicatoria.

Dedicatoria

La dedicatoria calza muy bien con nuestro tema. ¿Qué hacemos con nuestra dedicatoria? Lo que decimos es pensar: “Dedico el potencial positivo para que todos los seres alcancen la iluminación rápidamente.” Suena como una oración para niños recitada en el colegio. Para muchos de nosotros son simplemente palabras. ¿Qué quieren decir en verdad?

Lo que decimos es: que cualquier comprensión que pudiéramos haber adquirido esta tarde, profundice más y más. Que pueda integrarse a nuestra red de potenciales positivos, a fin de que intensifique los aspectos diversos de nuestros potenciales para actuar con comprensión, actuar con compasión, tener paciencia al experimentar dificultades, ser paciente cuando vemos a otras personas sufriendo, etc. Que pueda fortalecer los aspectos diversos de esta red a fin de que maduren y den lugar a más y más impulsos para que actuemos con mayor comprensión, mayor compasión, etc. Que maduren en una forma que, cuando algo ocurra, podamos entenderlo y podamos ser felices. No va a deprimirnos, porque madurará como felicidad. Además, nos permite actuar con mayor comprensión y mayor compasión hacia otros. En lugar de decir “Pues sí, te lo merecías” cuando una persona se lastima, que el potencial positivo pueda madurar en mayor comprensión de cómo ocurren estas cosas como resultado de acciones destructivas y acciones y potenciales positivos.

Eso es lo que queremos decir con: “Adicionamos el mérito que obtuvimos durante esta tarde para nuestra colección de mérito, a fin de que todos los seres sean felices”. Y pueda la comprensión crecer más profundamente a fin de que fortalezca estas redes positivas que tenemos. Que pueda traer felicidad y todo lo demás. No va a ocurrir en una forma lineal. Ocurrirá en una forma no lineal. Si comprendemos esto, no saldremos decepcionados o amargados porque no actuamos en una forma compasiva ayer cuando ocurrió tal o cual cosa. No va a ser consistente, sin embargo, gradualmente, con el paso del tiempo, surgirá un patrón más positivo. Así es cómo funciona.

Con la dedicatoria, lo que intentamos hacer es sentir la experiencia, la comprensión que hemos obtenido, profundizando e integrándose a todo nuestro sistema, y desarrollamos el fuerte deseo de que en realidad podamos entenderlo o integrarlo en nuestras vidas. Por favor concéntrense en esto por algunos minutos. Gracias.

Resumen

Para llevar una vida ética de acuerdo con las enseñanzas budistas del karma, es importante entender de forma correcta lo que significa el término sánscrito “punya”. De lo contrario, podemos mezclar ideas inapropiadas y confusas que surgen por las connotaciones de los términos de traducción que habitualmente se utilizan – “merit” en inglés, “Verdienst” en alemán y "mérito" en español. A diferencia de estas palabras occidentales, el término original no implica que, por ser buenos, merecemos y obtenemos felicidad como recompensa. En lugar de ello, cuando utilizamos el término "potencial positivo" para referirnos a esa palabra, vemos con mayor facilidad que lo que se quiere decir es que la conducta constructiva desarrolla un potencial positivo para experimentar felicidad. Cuando entendemos eso, evitamos ser amables con los demás y complacerlos solo para ser felices. Y evitamos quejarnos cuando no nos sentimos felices como recompensa por nuestra buena conducta.

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